Agentes de la Policía de Rochester, Nueva York, EE.UU., rociaron con gas pimienta a una niña de 9 años esposada en una patrullera que «tenía tendencias suicidas» y «quería matar a su madre».
Los agentes llegaron al lugar alertados por los vecinos denunciando que se habían producido «problemas familiares». Tras la intervención, el Departamento de Policía local publicó las imágenes de la detención, en la que se puede ver cómo esposan a la pequeña en la parte trasera de un vehículo mientras se resiste y llama a su padre.
«No iré a ninguna parte. Quiero a mi papá (…) no subiré a ningún coche hasta que ve a mi papá», grita la menor. Un oficial le dice que se comporta «como una niña», y ella responde: «¡Soy una niña!».
Un agente le promete que verá a su padre, pero le pide que entre al coche policial. Finalmente, ante la resistencia de la menor, los agentes oficiales le rocían con gas pimienta.
La alcaldesa de Rocheste ha anunciado una investigación completa y exhaustiva del incidente, mostrándose «muy preocupada». La Jefa de Policía de Rochester ha admitido que este comportamiento no es aceptable: «No voy a salir aquí y decirles que está bien que una niña de 9 años tenga que ser rociada con gas pimienta: no lo está».