Los Mossos d’Esquadra vuelven al centro de la polémica tras haber reducido con una pistola TASER, un pistola eléctrica, a una joven que se encontraba en pleno ataque a las puertas del centro de salud mental de Sabadell, Barcelona.
Ocurrió este miércoles a las 13:00 horas, cuando la chica acudió a una visita médica acompañada de su madre. En la puerta, los sanitarios le advirtieron de que la madre no podía entrar por protocolo COVID-19. Fue entonces cuando, según los mossos, la reacción de la chica fue ponerse agresiva, golpear material sanitario y agredir a algún profesional.
Los Mossos, al no poder hacerla entrar en razón, la intentaron reducir, avisaron del uso del TASER y dispararon a la joven, que se encontraba en pleno ataque de ansiedad. Un familiar intenta acercarse a la joven para tranquilizarla pero los agentes le piden que se aparte.
La polémica en torno a esta lamentable escena gira, en primera instancia, hacia el uso de la pistola eléctrica, que más de un estudio señala como un elemento que puede aumentar preocupantemente la violencia institucional. Otro de los problemas graves es la falta de formación profesional de los agentes, que no dudan en usar esta pistola (considerada un arma de tortura) ante cualquier incidente, incluidas crisis mentales.
Así han echado hoy los Mossos a una chica que estaba bajo un ataque a las puertas de una clínica de salud mental en Sabadell. Recuerdo que estas pistolas táser fueron aprobadas en el Parlament gracias a un pacto entre el govern catalán junto a PP y C's. https://t.co/IKZ5B3HyrA
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) November 26, 2020