Ya sabíamos que a la derecha se le da muy mal el tema de la organización. Y lo comprendemos, no nos entendáis mal. Al fin y al cabo, debe ser duro mantener esos principios e ideales en pie y ordenados con las estructuras de barro que los sostienen.
Pero ayer ocurrió algo que por fin nos sirve para ejemplificar gráficamente esa pésima organización. Un grupo de simpáticos ultraderechistas se reunieron a manifestarse por la exhumación de la momia del dictador Francisco Franco, entre otras cosas de ultras.
Entre cánticos de ‘Cara al Sol’, calambres en el brazo derecho de hacer el saludo y gritos de ‘Sieg heil’, hubieron momentos de tensión porque había algo que no conseguían llevar a cabo: caminar todos juntos. Tanto así, que sacaron de los nervios a la líder que guiaba a los patitos. «Una mano por delante, otra por el lateral. ¡Filas de cuatro, no es tan difícil, por favor!», gritaba por el megáfono. Todo un espectáculo que incluyó hasta una ‘pedida de respeto’.
