José Pepe Mujica, uno de los personajes políticos más significativos de la historia moderna, se retira de la política. El expresidente de Uruguay, quien llevó al pequeño país a los titulares de todos los grandes medios y revistas del mundo por los avances sociales conseguidos, dio un último discurso antes de abandonar definitivamente la vida política.
Lo hizo en una jornada cargada de emoción, lágrimas, abrazos, aplausos y recuerdos. Mujica asegura que la pandemia lo echa; su edad y los problemas inmunológicos crónicos que sufre. «Ser senador significa hablar con gente y andar para todos lados. El partido no se juega en los despachos», explicó.
Pepe, referente para la política mundial, afirma que se va sin rencores: «en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio. El odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad». Antes de irse, quiso dejar un mensaje a los jóvenes: «Triunfar en la vida no es ganar, triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae».
En su espalda, Mujica lleva la aprobación de la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario, la legalización de la marihuana, el crecimiento de empleo más alto de la historia del país, una bajada histórica de la pobreza de Uruguay y un aumento de del 23% del ingreso medio.