Masiania es el nombre de esta gatita de dos meses que llegó a este bar llamado URSS de la ciudad rusa de Anapa y derritió los corazones de los dueños y trabajadores, así que la acogieron.
Sin embargo, lo que no se esperaban sus padres de acogida es que, en pago por todo el cuidado y ternura que le dieron, Mesiania iba a robarles en su propia casa. Fueron los empleados quienes se encargaron de denunciar públicamente las patitas sucias de esta gatita subiendo las imágenes de las cámaras de seguridad donde se ve como coge dinero de un maletín y se va corriendo con el fajo de billetes entre los dientes.
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