En un mundo donde los policías, por varias razones (bastante extensas y merecedoras de un artículo propio), suelen dar una imagen deshumanizada y tienden a alejarse lo más posible del civil, algunos rayos de sol se cuelan entre las nubes para alegrarnos un poquito la existencia.
Pepe es el hombre poseedor del título de policía más simpático de Las Palmas de Gran Canaria, pero le ha costado años trabajarse este sobrenombre: años de alegrar a niños en la entrada del colegio.
Cada mañana, mientras pone orden al tráfico en un paso de cebra de un colegio, Pepe se encarga de chocar la mano a cada uno de los niños que pasan por su lado.
El policía cuenta cómo el gesto comenzó hace más de diez años cuando un niño no quería entrar al cole. «Empecé a jugar con él y empezamos a chocar las manos». Pepe se ha hecho viral gracias a los vídeos que le hizo una vecina para compartir el gran ejemplo que da.