Este viernes se está celebrando en el juzgado de lo Penal número 8 de Madrid el primero de una lista de juicios pendientes contra el excomisario José Manuel Villarejo, que lleva en prisión preventiva desde noviembre de 2017 tras ser acusado de cohecho, falsedad documental, tráfico de influencias, descubrimiento de secretos y extorsión.
En esta primera vista oral, Villarejo está acusado de los delitos de denuncia falsa y calumnias contra Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entre 2009 y 2019. La Fiscalía solicita para el expolicía dos años de cárcel, uno de ellos por decir en ‘Salvados’ en mayo de 2017 que el exdirector del CNI había amenazado a la empresaria y examante de Juan Carlos I Corinna Larsen para proteger al monarca.
Villarejo ha revelado el origen de su relación con esta: «A la princesa Corinna la engañé diciendo que era un abogado que la iba a ayudar con su problema con Sanz Roldán. Me mandó el CNI, mi misión era seducirla, ganarme su confianza, y así lo hice».
«En 2014, a raíz de los problemas que empecé a tener con el ‘pequeño Nicolás’ y con la doctora Pinto, a quienes no he visto en mi vida, pensé en retirarme, pero en el CNI me dijeron que era muy importante recuperar unos documentos que afectaban a la seguridad del Estado», ha añadido, asegurando que se reunió con Corinna en varias ocasiones, en Londres y en Mónaco. «Cuando comprobé todo, me preguntaba cómo era posible que hubiera ido Sanz Roldán en persona a amenazar a esa mujer, en vez de mandar a alguien anónimo».
«No tenía ánimo de injuriar Félix Sanz Roldán, sino un ánimo de mostrar mi enfado hacia su acoso. Como militar que es, organizó una operación militar contra mí. No se puede justificar que se amenace a una señora siendo una persona de tanto peso», ha afirmado el acusado.
En cuanto al delito de denuncia falsa contra Villarejo, este ha reiterado lo que ya denunció en su momento: que Sanz Roldán filtró a ‘El País’ un dossier sobre él, que contenía una fotografía que le tomaron bajando de un avión del aeropuerto de Melilla mientras llevaba a cabo una operación antiterrorista como agente encubierto. Su denuncia fue archivada, pero la Fiscalía y la Abogacía del Estado iniciaron acciones contra él por una acusación falsa a sabiendas contra Sanz Roldán.
En el juicio, el acusado ha dicho que «no hay otra persona en el CNI que pudiera haber filtrado esa fotografía. Tengo confianza en la gente que trabaja en el CNI. De hecho, cuando me detuvieron pedí al juez Diego de Egea que mis archivos fueran a parar al CNI para evitar filtraciones, pero Sanz Roldán dijo que no había nada importante ahí… Nunca ha prosperado ninguna denuncia mía contra Sanz Roldán y por eso estoy preso desde hace cuatro años, intervenidas las comunicaciones, grabándome hasta cuando mantengo relaciones íntimas con mi mujer. Tengo casi 70 años y solo tengo un boli y mi memoria, no dispongo ni de ordenador en mi celda para preparar mi defensa».
Villarejo acusa al exdirector del CNI de todos sus males desde que fue detenido: «Yo no le tengo miedo, y he pasado mucho miedo en mi vida, he estado en agujeros en Somalia, pero a él no le tengo miedo. Y ese es el motivo por el que estoy preso. Me han robado todo, me han quitado todo, pero no quiero pensar que también me quiten mi convencimiento en la Justicia».