El Grupo de Vox en el Congreso ha pedido al Gobierno en tres ocasiones que pruebe con informes y estudios que el 5G no tiene efectos nocivos para la salud.
«¿Existe algún riesgo para la salud en la tecnología 5G?», preguntó la ultraderecha en su primera interpelación al Gobierno sobre este tema, el pasado 10 de julio. Dos meses después, el 18 de septiembre, la formación insistió: «¿Puede asegurar el Gobierno de España que las antenas 5G no son en ningún caso y en modo alguno perjudiciales para la salud?».
Ese mismo día, Vox hizo otra pregunta más: «¿Cuenta el Gobierno y su Ministerio de Sanidad con pruebas del impacto de la radiación 5G suficientes y con estudios a corto y medio plazo concluyentes de la inocuidad de la citada exposición?».
Por su parte, el Congreso ha señalado la instalación del 5G se ejecuta según la normativa que fijan las «medidas de protección sanitaria frente a las emisiones radioeléctricas, incluyendo las relativas a la tecnología 5G».
«Las directrices se basan en las indicaciones científicas establecidas por la Comisión Internacional sobre la Protección contra la Radiación No Ionizante (International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection o ICNIRP), derivadas de los estudios de la exposición a campos electromagnéticos y que cuentan con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), máxima institución internacional garante de la salud», explicó el Ejecutivo.
Además, el Gobierno abundó que «la ICNIRP realiza informes periódicos con el fin de revisar los niveles de referencia seguros para la exposición a campos electromagnéticos entre 100kHz y 300GHz que incluyen, entre otras, las tecnologías 5G, wifi, y bluetooth. El último informe ha sido publicado en marzo de 2020 y establece que, a la vista de los estudios científicos hasta la fecha, no hay motivos para cambiar y mantiene los mismos niveles de referencia recogidos en la normativa vigente en España».