Alex Sandro de Souza Mota, un hombre de 30 años que cumplía condena en la cárcel de PECO, Brasil, por violar a su hijastra de cinco años ha aparecido brutalmente asesinado en su celda.
Según las autoridades, el preso habría sido asesinado por tres compañeros de prisión. Uno de ellos afiló un cepillo de dientes hasta convertirlo en un punzón con el que apuñaló a Souza hasta matarlo.
Una vez muerto, los otros dos compañeros de prisión le cortaron el pene y se lo metieron en la boca. Tras esto, los agresores le arrancaron el corazón y lo tiraron a una de las papeleras de la prisión.
Cuando los tres presos acabaron con el pedófilo, limpiaron la celda y dejaron el cadáver con sus genitales en la boca junto al cepillo de dientes afilados al lado del cadáver. Uno de los autores del crimen confesó que lo hizo para obedecer a las «voces de su cabeza».