El pleno del Parlament Balear ha aprobado la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Esta ley, entre otras cosas, prohibirá la entrada de vehículos diésel a las islas a partir de 2025, y adelanta el cierre de las centrales energéticas que contaminen. El objetivo es acabar con los combustibles fósiles y lograr que las energías renovables supongan un 100% del tipo de energía utilizada en la Comunidad para el año 2050.
El texto ha sido aprobado con los votos de los partidos de izquierda, y tras no haberse aprobado ninguna de las enmiendas presentadas por diferentes grupos. Marc Pons, conseller de Territorio, Energía y Movilidad, ha advertido de la dependencia energética de la Comunidad, y cree que los objetivos del texto son «asumibles y ambiciosos«.
La ley propone que haya 1.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos para 2025, y que el parque móvil esté completamente descarbonizado para 2050. Por ello, además de vetar todos los coches diésel para 2025, para el 2035 se prohibirá el acceso al resto de vehículos contaminantes, aunque los que para esa fecha ya existan en Baleares podrán seguir circulando. Las empresas de alquiler de vehículos, por su parte, deberán tener solo coches eléctricos para 2035.
La ley también prevé el cierre de centrales contaminantes de modo progresivo, obligará a los aparcamientos de grandes dimensiones a instalar marquesinas con placas fotovoltaicas, y creará el Instituto Balear de la Energía.