Barcelona ha finalizado este viernes el trámite de la retirada de la medalla de oro que el Consistorio concedió por su contribución a los Juegos Olímpicos de 1992 al rey emérito Juan Carlos I. La medida ha podido salir adelante gracias a los votos de Barcelona en Comú, Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya.
El concejal de Barcelona en Comú Jordi Rabassa ha argumentado que incluso el hijo de Juan Carlos, el rey Felipe VI, ha tomado «distancia institucional con él». Por su parte, la socialista Laia Bonet ha recalcado que la conducta individual de este no afecta a la institución, como no se cuestiona a la Generalitat por las irregularidades del expresident Jordi Pujol.
Elisenda Alamany (ERC) ha apuntado que la monarquía es la institución menos valorada por la población, acusando también a Juan Carlos de haber pasado “fajos de billetes” por el Aeropuerto de Barajas.
Desde Junts per Catalunya, Jordi Martí ha expresado su alegría ante la retirada de la medalla, pese a las “reticencias” de partidos como Barcelona en Comú.
Paco Sierra, de Ciudadanos, ha opinado que se estaba llevando a cabo “un acto de desagradecimiento” y ha alabado el papel deI exmonarca durante el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
«No puedo estar de acuerdo con esta medida ideológica. Están ustedes intentado crear una confrontación gratuita», ha recriminado Josep Bou por el PP, que ha terminado su intervención gritando “¡Viva el Rey!”.
