El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, firmó el martes pasado una ley con la que se limita la subida del precio de los alquileres de las viviendas en Estado. El principal motivo es el incremento de las personas sin hogar y la dificultad de los jóvenes para emanciparse.
La nueva ley restringe la subida del alquiler a un 5% anual más la inflación. Asimismo, establece una serie de “causas justas” por las que se puede obligar a un inquilino a abandonar la casa
“Alrededor de un tercio de los arrendatarios de California pagan más de la mitad de sus ingresos en el alquiler y están en riesgo de tener que dejar su casa”, ha informado eNewsom a través de un comunicado. “Una herramienta esencial para combatir esta crisis es proteger a los inquilinos de las subidas repentinas del alquiler y los desahucios”.
La ley entrará en vigor el próximo 1 de enero y estará vigente 10 años. Se calcula que afectará a unos ocho millones de inquilinos.
Los arrendados solo podrán ser echados si no pagan, si dañan la vivienda, si el dueño quiere vivir en ella, reformarla o sacarla del mercado. La medida no protege a los inquilinos de casas unifamiliares cuyo arrendador es un pequeño propietario. Tampoco a las construcciones de los últimos 15 años.