La Junta de Castilla y León no permite a los bares de Burgos reabrir sus terrazas, pero sí que este sábado el Arzobispo de Burgos, Mario Iceta Gavicagogeascoa, tome posesión de su cargo con una misa en la Catedral a la que acudirán 250 personas.
Este acto se produce dos meses después de su nombramiento por el Papa Francisco. En lugar de celebrarlo con el mínimo imprescindible de personas, Iceta ha decidido hacerlo con altos cargos eclesiásticos y civiles, periodistas y hasta cámaras de la televisión autonómica.
El acuerdo de la Junta de Castilla y León no autoriza expresamente que se pueda celebrar un acto así, «pero tampoco que no se pueda», como alegan desde el Arzobispado de Burgos.
«Actualmente, la situación del municipio de Burgos sigue siendo de gravedad extrema, como consta en el informe de la Consejería de Sanidad de fecha 3 diciembre de 2020, lo que obliga a mantener todas las medidas sanitarias de carácter excepcional en este municipio», reza el acuerdo.
Esta multitudinaria misa no solo desoye las recomendaciones más elementales contra la pandemia, sino que también quebranta el cierre perimetral de la comunidad, ya que han sido invitados obispos y monseñores de diversas partes de España, sobre todo del País Vasco.
