Sari Salem Wardat, de 46 años, se recuperó tras contagiarse por Covid-19. Sus conocidos le prepararon una fiesta para celebrarlo en su vivienda de Amrawah (Jordania), pero el festejo acabó en tragedia.
Wardat llegó a la calle en la que se encuentra su domicilio en un coche azul, en medio de un sonoro tiroteo de celebración. Al bajarse, su primo se le acerca, portando una pistola que se encasquilla y acaba disparando seis tiros seguidos. Al llegar a la puerta del domicilio, la pistola de su primo dispara un último tiro, que acaba en la parte posterior de la cabeza de Wardat.
Un preso salió de la cárcel por el coronavirus y cuando llegó a su casa, murió de un tiro accidental en la cabeza disparado por su primo que celebraba la libertad con disparos al aire. Fue en Jordania. pic.twitter.com/J1mmtIJSDf
— Seba Domenech (@domenech_news) April 23, 2020
El fallecido era un preso que había sido liberado de forma extraordinaria por el gobierno jordano para evitar la expansión del coronavirus. Fuentes policiales consultadas por el medio ‘Al Jazeera’ informaron de que Wardat se dedicaba al tráfico de drogas y contrabando.
Para rizar el rizo, el primo del fallecido, que acabó siendo su asesino, es miembro de las Fuerzas Armadas jordanas.