Una nueva trama se destapa
A estas alturas poco o nada nos asusta en lo que concierne a la corrupción endémica que asola este país. Casos y casos por doquier se acumulan en los juzgados en los que hay dos nexos en común, políticos y empresarios sacando tajada de lo público. En este sentido, el amaño de contratos públicos está al orden del día y la Operación Enredadera una de tantas, recién salida a la parrilla de los medios.
Entre los detenidos en más de cuarenta ciudades españolas de esta nueva sinvergüencería, un “capo” de los medios de comunicación, José Luis Ulibarri, metido a improvisado empresario de la construcción gracias a los presuntos favores del Consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones (PP). Éste le cantaba al otro las obras en las que podía meter mano sin apenas despeinarse. Todo ello extraído de las conversaciones grabadas por los investigadores, donde el patrono y su hija se jactaban de lo conseguido, como en esta frase de la vástaga con su padre en referencia a asuntos con el mismísimo ayuntamiento de León considerada como plaza fuerte por ambos: «claro, no, es verdad que son obras pequeñas y tal pero oye todo va sumando, vamos a ver».
Más allá de este ejemplo, es sorprendente como miembros de ese partido que venía como adalid de «El cambio sensato», Ciudadanos, también tiene alguno de sus miembros metido en semejante trama corrupta. Aunque los han hecho dimitir, no quita que han quedado señalados como lo que son, una extensión del PP.