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Ciudadanos miente: Un informe policial desvela la verdad sobre los incidentes en el Orgullo

Un informe policial elaborado por la Jefatura Superior de Policía de Madrid da una versión contraria a la que dio Ciudadanos sobre los incidentes en el Orgullo.

Según detallan las autoridades, «no hay constancia» de que hubieran «agresiones físicas» y aseguran que solo hubo insultos y lanzamientos de agua. Identifica el lanzamiento «aislado» de algún objeto «no peligroso», identificado como una botella de plástico vacía, y subraya que Ciudadanos no hizo caso «en ningún momento las instrucciones policiales ni sus consejos», que estuvieron constantemente acompañados por agentes de paisano.

El informe se realiza a partir de que la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís criticara a la Policía Nacional por «tardar mucho en llegar» y los acusara de actuar «de forma muy ineficiente cuando podía haber pasado cualquier cosa». «Mis compañeros tuvieron miedo, por la situación de ser rodeados por cientos de personas», se quejó la naranja en TVE, quien se quejó además de que solo estuvieran protegidos por «unos pocos agentes».

Acusaciones que chocan de frente con los hechos registrados por los agentes, quienes detallan en el documento cómo un inspector se desplazó a entrevistarse con los dirigentes de Ciudadanos para acompañarles junto a «varios policías» durante la marcha y así poder actuar con rapidez. Ante el boicot llevado a cabo por 10 manifestantes, el grupo policial les pleanteó a C’s la posibilidad de esquivarlos desviándose a un lateral de la calle, pero se negaron. El informe asegura que los dirigentes del partido negaron en otras dos ocasiones consejos policiales.

Ante el grupo de manifestantes que se sentó en el suelo impidiendo continuar al grupo naranja, el documento detalla que las autoridades descartaron despejar la calzada considerando que una actuación de ese calibre hubiera originado «más alteración ciudadana que la que se trataba de evitar». En ese bloqueo fue donde se produjeron «los gritos e insultos» y una lanzada de agua con pistolas de juguete «y alguna botella de plástico vacía, que no llega a impactar en nadie ni causar lesiones«.

Así mismo, el informe subraya que en un momento de la noche, la Policía Municipal recibió instrucción de su máximo responsable para entrar «a formar un cordón de protección» tras los concejales pedirlo. Para ese momento, la Policía Nacional tenía desplegados a veinte policías no uniformados listos para actuar «si fuera necesario» ante cualquier intento de agresión «directa» que no se produjo.

Finalmente, cuando los políticos decidieron abandonar la marcha, el documento asegura que solo fue necesario la «mínima intervención policial» ya que solo grupos aislados de manifestantes les siguieron a distancia increpándoles, pero «sin que se produzcan agresiones directas, ni siquiera un contacto físico».

Escrito por L. Acosta

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