Estrella Cózar, una madrileña cuya madre está ingresada en el Hospital Severo Ochoa (Leganés), ha relatado al diario 20minutos la dramática situación que viven ella y su madre.
La madre de Estrella se contagió de coronavirus, lo que derivó en una neumonía leve y un ingreso hospitalario el pasado 23 de marzo. La mujer estaba en tratamiento con quimioterapia tras haber sido diagnosticada dos meses atrás con un cáncer de pulmón.
En un primer momento, los sanitarios se comunicaban a diario por teléfono con los familiares, asegurando que evolucionaba bien. No obstante, en los últimos días la situación cambió de forma trágica. Tras un fin de semana sin tener noticias sobre su madre, por fin los médicos contactaron con su hija.
«Que si tengo fe, que rece, me dicen, porque lo que necesita mi madre es un milagro», cuenta Estrella. Ese mismo día, la mujer se presentó en el hospital para visitar a su madre y se encontró una escena desoladora.
Según cuenta, en el suelo de la habitación había una jeringuilla con morfina y en la mesa, la medicación y batidos proteicos de varios días sin tomar. Su madre estaba atada a la cama.
Al día siguiente fue a verla el hermano de Estrella y la situación había empeorado, si cabe.
«No pasa nadie por la noche a ver a mi madre, no come, no bebe, no le ponen suero y la han atado a la cama para que no intente irse», explica. «Tiene solo un riñón y han tardado más de una semana en sondarle».
Ambos dirigen sus críticas hacia la saturación de la sanidad, más que al personal sanitario, que, según cuentan, tiene que tomar decisiones: «Saben muy bien qué palabras utilizar, pero dan a entender que tienen que elegir entre pacientes. A nosotros nos han negado la UCI».
