Un usuario de Vodafone recibió una factura telefónica completamente desorbitada que ha terminado en una condena para la compañía.
Los hechos se remontan a los días 21 y 22 de enero de 2020, cuando el usuario viajó hasta una estación de esquí en Andorra durante sus vacaciones y se conectó a internet durante tres minutos pensando que estaba utilizando el Wifi del hotel Sin embargo, su dispositivo falló y consumió 1 GB (gigabyte) de sus datos.
Vodafone no informó al titular de la línea de las tarifas de roaming aplicables ni envió ningún SMS alertando de los límites de consumo o de la tarifa que se aplicaría en la factura.
Cuando llegó la factura por un importe de 20.380 euros, el usuario pensó que se trataba de un error y contactó con Vodafone, cuya Atención al Cliente le explicó que la facturación era correcta y que el motivo era que Andorra no pertenece a la Unión Europea.
El cliente puso lo sucedido en manos de su abogado, quien denunció a la compañía considerando abusivo cobrar 20.380 euros por tres minutos de conexión a Internet.
La jueza Margalida Victòria Crespí Serra, titular del Juzgados de Primera Instancia número 24 de Palma, condenó a la compañía telefónica a devolver 20.046 euros más 2.900 euros en costas judiciales al estimar que la parte demandada litigió de manera temeraria en este procedimiento.
«Para que nos hagamos una idea, en cualquier país europeo una tarifa de gigas ilimitados tiene un coste de unos 29 euros. ¿Cómo es posible que por tres minutos te quieran cobrar 20.380 euros?», ha dicho el abogado, Óscar Navarro, tras conocer la decisión de la jueza. «Estamos muy contentos. Se ha hecho justicia».