Este sábado un grupo formado por alrededor de 200 ultraderechistas realizaron un amago de «asalto» al Reichstag, la sede del Parlamento alemán. La policía de Berlín está investigando los hechos, que sucedieron tras una marcha contra las medidas de prevención contra el Covid-19.
Numerosas imágenes de simpatizantes de extrema derecha, algunos de ellos portando banderas anticonstitucionales del antiguo Reich y símbolos nazis, en la entrada de la sede parlamentaria han causado una gran conmoción en el Gobierno alemán.
«El edificio del Reichstag es el centro simbólico de nuestra democracia. Es intolerable que lo usen extremistas caóticos para sus fines», apuntó el ministro del Interior, Horst Seehofer.
«Es una vergüenza ver banderas del Reich ante nuestro Parlamento», ha condenado el ministro de Exteriores, Heiko Maas, en su cuenta en twitter.
La pretensión de «tomar» la sede parlamentaria fue anunciada mediante las redes sociales varios días antes de la manifestación. Las autoridades desplegaron un dispositivo de 3.000 agentes para reforzar la seguridad este sábado, día en que estaban previstas un centenar de protestas y eventos de diversa naturaleza. El Reichstag fue acordonado, pero en el momento de los hechos solo había tres guardias, que los ultraderechistas pudieron sortear, para luego saltar el cerco de las vallas y posar en la escalinata.
Durante el sábado 300 personas fueron detenidas, la mayoría ultraderechistas. Frente a la embajada de Rusia tuvo lugar una concentración de alrededor de 2.000 ultras que fue disuelta, un grupo que posteriormente marchó hacia el Reichstag.
Meine Güte, da versucht man einfach nur mit Nazi-Fahnen den Reichstag zu stürmen und schon heißt es wieder direkt, man sei «rechts». Schnelle Vorverurteilungen bringen niemandem etwas! #SturmaufBerlin #b2908 pic.twitter.com/4nZHn3k90b
— Tim Plachner (@tplachner) August 29, 2020