Una mujer de 63 años fue detenida el pasado sábado por la implicación en un suceso sin procedentes: mandó la cabeza de su expareja (una persona considerada desaparecida) a una amiga, en Cantabria.
El macabro suceso ocurrió el pasado fin de semana, cuando una mujer denunció ante las autoridades que, tras abrir una caja en la madrugada del sábado que le había enviado su amiga el mes de marzo, se encontró con una cabeza humana en avanzado estado de descomposición. La mujer sufrió una crisis de ansiedad, y los servicios sanitarios se encargaron de ella.
A las 11:45 de la mañana siguiente se detenía a la amiga, que le había pedido que guardase la caja. Los restos pertenecían a un hombre de 67 años vecino de la localidad Castro Urdiales, una expareja de la presunta asesina con la que mantuvo una relación de siete años. La Guardia Civil buscó durante meses a este hombre, al cual se le dio oficialmente por desaparecido.
Según adelanta El Diario Montañés, la presunta asesina le pidió a su amiga que le guardase la caja en su casa, con la excusa de que contenía objetos sexuales. La razón que dio para justificar el favor es que la Guardia Civil podía descubrirlos en la investigación que se estaba realizando sobre la desaparición del varón. Sin embargo, dado que se la dio en marzo, la caja empezó a desprender un fuerte olor a descomposición, por lo cual la amiga acabó por abrir la caja.