No contento con eliminar 2.937 nombres de víctimas del franquismo junto a la fecha de su asesinato, el Gobierno madrileño va a más. Ahora planea borrar las palabras escogidas para tres placas situadas en el memorial del cementerio de La Almudena, cuyo objetivo inicial era recordar a las víctimas del franquismo pero que será ahora en recuerdo a todos los fallecidos en la Guerra Civil.
Tres pilares rematados con piezas de cobre deberían haberse inscrito para recordar a los represaliados por el franquismo, pero ahora lucen vacíos.
En una de las placas se tenía previsto grabar un poema de Miguel Hernández titulado El herido, de su libro El hombre acecha (1938-39). «Para la libertad me desprendo a balazos / de los que han revolcado su estatua por el lodo», comienza la obra.
La segunda de ellas debería recoger las palabras escritas por una de las Trece Rosas, Julia Conesa: «que mi nombre no se borre en la historia». Asimismo, la placa debía recordar su finalidad: «en memoria y reconocimiento a las cerca de 3.000 personas ejecutadas e inhumadas en esta necrópolis entre abril de 1939 y febrero de 1944″.
La tercera placa rezaría así: «Finalizada la Guerra Civil, la dictadura del general Franco reprimió ferozmente a sus enemigos políticos. Consejos de guerra carentes de cualquier garantía procesal dieron lugar a numerosas ejecuciones por fusilamiento o garrote vil».
Finalmente, el Gobierno ha decidido eliminar todo lo anterior y escribir un texto tibio e insustancial en el primer muro: «El pueblo de Madrid a todos los madrileños que, entre 1936 y 1944, sufrieron la violencia por razones políticas, ideológicas o por sus creencias religiosas. Paz, piedad y perdón».
Borrar a Miguel Hernández de un memorial a las víctimas de la Guerra Civil es un acto deleznable. La derecha debería, si tiene algo de dignidad, condenar a torturadores como Billy el Niño y no andar borrando la memoria de los que se dejaron la vida por nuestra democracia.
— Pablo Iglesias ? (@PabloIglesias) February 18, 2020