El juez Manuel Marchena, propuesto por el PP, será el nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), gracias a un acuerdo con el PSOE, a cambio de que la mayoría de los vocales sean progresistas. Han alcanzado este acuerdo porque consideraban que, tras la decisión del Supremo sobre el impuesto de la Hipotecas, era necesario un consenso entre los partidos, para lavar la imagen de la Justicia.
Asociaciones judiciales han criticado el nombramiento. El nombramiento de Marchena se ha anunciado antes que se hayan nombrado a los 20 vocales que, se supone, son los encargados de elegir al presidente del órgano. Para ellos, esto es la prueba de la politización de un organismo que debe garantizar la independencia de los jueces españoles. Ignacio González Vega, presidente de Juezas y Jueces para la Democracia (JJPD), lo califica de «mal inicio que en nada contribuye a mejorar la imagen de la Justicia».
Su elección implica que no podrá juzgar la causa del 1-O y el procés. Todo apunta a que el magistrado que tomará su puesto al frente de este juicio será Andrés Martínez Arrieta, el más antiguo del resto de miembros del tribunal, y de corte más moderado y progresista. Es posible que el asiento que quedaría libre en el tribunal fuera ocupado por Susana Polo, también más progresista.
Manuel Marchena, el juez que condenó a @CesarStrawberry y eximió a Pablo Casado del caso máster, nuevo presidente del CGPJ y del Supremo, gracias al acuerdo de PP y PSOE. En pago por los servicios prestados. Aquí yace Montesquieu.
— Javier Gallego Crudo (@carnecrudaradio) November 12, 2018