IG Metall, el mayor sindicato de Alemania, ha propuesto una jornada laboral de cuatro días con la intención de salvar puestos de trabajo ante la crisis por la pandemia.
Como explicó su dirigente, Jörge Hofmman, al medio Süddeutsche Zeitung, este recorte de jornada sería «la respuesta ante los cambios estructurales en sectores como la industria automotriz. Eso permitiría salvar empleos en la industria en lugar de ser cancelados».
Hoffmman también pidió al Gobierno que se extiendan los beneficios de trabajo por jornada reducida que han ayudado a amortiguar el golpe de la pandemia a 24 meses desde el máximo actual de 21 meses.
La jornada reducida es una ayuda estatal que permite a las empleados laborales realizar jornadas más cortas durante una recesión económica para no despedirlos. El dirigente y portavoz del sindicato aseguró que si las empresas recortaban el tiempo de trabajo, los empleados no verían necesariamente su salario reducido en la misma cantidad ni trabajarían menos horas, como hacen ahora, ya que la jornada ya es lo suficientemente corta.
«Eso significa que las empresas pueden mantener a sus trabajadores calificados y ahorrar dinero en el programa de despidos, por ejemplo», aseguró Hofmann.