Un agente de policía blanco dejó en estado muy grave el domingo pasado a un joven afroamericano de 29 años, Jacob Blake, en Kenosha, Wisconsin, EEUU.
Blake sufre ahora de una lesión en la médula espinal tras los ocho disparos que recibió por la espalda por parte del agente de la policía mientras se disponía a subir a su coche, frente a sus hijos. Su padre asegura que es probable que se quede paralítico.
«Odio que esté acostado en esa cama esposado. No puede ir a ningún lado. ¿Por qué lo tienen esposado a la cama?«, denunció este jueves. Las autoridades no han dado explicaciones hasta el momento de por qué el joven víctima del brutal racismo sistemático está esposado a la cama estando tan grave como está.
Tony Evers, gobernador de Wisconsin, ha admitido no entender «la necesidad» de tenerlo esposado. «Esperaría que podamos encontrar una mejor manera de ayudarlo en su recuperación. Eso parece contraindicativo», dijo.
Don't you dare tell me there isn't racism in US law enforcement.
Unarmed Jacob Blake, shot 7 times in the back for walking to his kids in his car
17 year old, Kyle Rittenhouse holding AR-15 style gun after murdering protestors and the police look onhttps://t.co/JlwjRh1oOj
— Heidi Krassenstein (@ALampoonLedger) August 26, 2020