Una vez más, las discrepancias en la vivienda entre PSOE y Unidas Podemos se dejan notar tras el PSOE votar en contra, junto a PP, VOX y Cs, de la tramitación de una proposición de ley de vivienda elaborada por colectivos como el Sindicato de Inquilinos y la PAH, que incluía un mecanismo de regulación de los alquileres más ambicioso que el pactado en el seno del Ejecutivo.
Unidas Podemos votó a favor de la propuesta, junto a ERC, EH Bildu, JxCat y Más País, aunque a último momento decidió no firmar como coautor de la misma como gesto a los socialistas para facilitar negociar futuras enmiendas a la ley de vivienda una vez sea aprobada por el Consejo de Ministros y se remita al Congreso.
La proposición de ley planeaba un mecanismo de limitación de precios muy similar al que defendió Unidas Podemos en las negociaciones mantenidas con el PSOE para la ley de vivienda, forzando a las personas físicas propietarias de más de cinco viviendas a bajar los precios de los alquileres de las zonas tensionadas hasta el precio que determinase el índice de precios del Ministerio de Transportes, en lugar de obligarles únicamente a congelar la renta, que es lo que plantea el Gobierno.
Además, planteaba un régimen sancionador de entre 3.000 y 900.000 euros para quien no cumpla este régimen, y medidas para suspender los desahucios de familias vulnerables. También pretendía garantizar los suministros de gas, luz y agua con una tarifa social financiada por las empresas o implementar recargos de entre el 75% y el 300% en el IBI para las viviendas vacías.