Recientemente han surgido una serie de manifestaciones contra el Gobierno central, dirigido por Pedro Sánchez, debido, supuestamente, a su mala gestión de la pandemia del Covid-19. Mediante sospechosas encuestas y bulos, e ignorando totalmente que el Gobierno de Madrid, la comunidad más afectada por el virus, está en manos de PP y Ciudadanos, la derecha ha ido cocinando un clima de hostilidad que se ha traducido en que los vecinos de algunos barrios ricos de España han salido a la calle a protestar en plena pandemia.
La mayoría lo tiene claro: la OMS ha alabado la gestión española de la pandemia, el ‘Financial Times’ ha criticado a la oposición de este país por su nula cooperación y el Barómetro de Mayo del CIS muestra que los españoles están de acuerdo con las medidas tomadas ante la crisis.
Pero la minoría intenta hacer más ruido que el resto, y con sus caceroladas y sus irresponsables protestas pretenden culpar al Gobierno de coalición elegido democráticamente de la pandemia y sus consecuencias.
No obstante, no hace falta observar con demasiada atención las protestas de estos sectores, sobre todo de ultraderecha y muy alentados por Vox, para percatarse de que su intención no es criticar la gestión que se está realizando de la pandemia ni cuidar la salud de todos. Principalmente porque si ese fuera el caso, no la pondrían en riesgo saliendo a la calle en masa.
Ellos mismos lo dejan claro con las frases que corean: no buscan responsabilidad política, sino que gobiernen los suyos.
«Rojo el que no bote» o «comunistas hijos de puta» son algunos de sus gritos, que nada tienen que ver con los fallecidos por coronavirus o las camas de UCI disponibles.
«Rojo el que no bote»
«Comunistas hijos de puta»
«Unidad nacional»
Pero las manifestaciones son por la mala gestión del Gobierno, claro.pic.twitter.com/t6BAC5GcBi
— Alán Barroso (@AlanBarrosoA) May 22, 2020
