El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, cuyas vacaciones en Asturias fueron frustradas por el acoso de la extrema derecha, ha publicado en Facebook un comunicado en el que asegura que los ultras no pondrán fin a su trabajo.
Iglesias afirma que el acoso sufrido por él y su familia «es grave» y que «no hay derecho a que sus hijos sufran las consecuencias de las tareas políticas de sus padres«, pero también asegura ser consciente de que hay personas en peores situaciones por defender sus ideales.
El vicepresidente también valora el trabajo de los policías que les acompañaron y agradece «a la gente de Felgueras», al restaurante Casa María que les llevó a casa una fabada, y a un vecino -«Ramón, minero jubilado y rojo que está orgulloso de que su hijo sirva en la Guardia Civil»- que enseñó a sus hijos por primera vez «gallinas, patos, ocas y caballos».
https://www.facebook.com/IglesiasTurrionPablo/posts/4290843904321316
Por su parte, la ministra de Igualdad Irene Montero ha publicado en Twitter un mensaje en la misma línea en el que defiende que la extrema derecha sabe que «solo con miedo y odio pueden frenar el avance de la democracia y los derechos sociales«.
Gracias a quienes entregáis tiempo y esfuerzo para conquistar más derechos. Tenemos memoria. No hace tanto que por ser de izquierdas, sindicalista, por defender la democracia o por ser homosexual, la extrema derecha te perseguía.
— Irene Montero (@IreneMontero) August 18, 2020