Entre 2008 y 2012, los peores años de la crisis económica que azotaba a nuestro país, el rey Juan Carlos I se dedicaba a sacar 100.000€ mensuales de su fortuna saudí que mantenía escondida en Suiza. Solo en el año 2010 llegó a sacar 1,5 millones de euros.
Así lo revela El Confidencial, donde indican que estas retiradas, selladas con su firma, eran para «gastos personales», como viajes o regalos: gastos no declarados de la familia real.
Estas retiradas constan en los documentos enviados por el fiscal suizo encargado de investigar a Juan Carlos I, Yves Bertossa, a España, y se encuentra siendo analizada por un equipo de fiscales del Supremo.
La cuenta bancaria que usaba era en el banco Mirabaud, el mismo banco que utilizó para crear la cuenta a nombre de la Fundación Lucum donde escondería los 100 millones de dólares saudíes de Hacienda.
Esta cuenta oculta se nutrió de dos ingresos: los 100 millones de dólares saudíes y de otros 1,9 millones. Finalmente, en el año 2012, Juan Carlos I firmó la transferencia del dinero que quedaba a su examiga Corinna Larsen.