Un informe interno del Servicio Andaluz de Salud fechado el lunes 24 de agosto indica que la consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía sabía desde hace tres semanas que había transmisión comunitaria en Málaga, pero decidieron no hacerlo público entonces.
En el informe, el SAS advertía a los responsables de varias residencias (a las que sí llegó el documento) que debían reducir las visitas a los geriátricos así como los contactos entre los familiares y los residentes. En el documento, las autoridades señalan que la situación «epidemiológica es considerada transmisión comunitaria activa, con la incidencia acumulada de 163,49 casos PCR» por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, superando así «el indicador recomendado por la Consejería de Salud y Familias», que pone el límite en 30 casos por cada 100.000 habitantes.
Tal y como avanza la SER, este documento se repartió entre los máximos responsables de residencias de ancianos, pero Jesús Aguirre, responsables de las consejerías de Salud y Familias, Juan Marín, vicepresidente de la Junta, y Elías Bendodo, consejero de Presidencia, evitaron dar cualquier tipo de advertencia sobre esta situación.
No es hasta 15 días después que se informa de la transmisión comunitaria, y el propio Bendodo advierte que estudiarán nuevas medidas restrictivas tras detectarla. Adelante Andalucía ha pedido la dimisión de Elías Bendodo por «ocultar» durante dos semanas la transmisión comunitaria.
