Nuevas informaciones desvelan que desde el primer día del trágico suceso, la Guardia Civil, en orden de investigar la verdad del caso, infiltró a varios ‘topos’ en el entorno de más confianza de los padres del pequeño Julen.
Los investigadores de la Guardia Civil se mantuvieron en silencio durante los 14 interminables días que Julen estuvo en el pozo, hasta el día de ayer, cuando Julen fue enterrado finalmente en la barriada malagueña de El Palo. Es ahora cuando se prepara y finaliza la investigación del triste suceso de la cual se encargará la titular del Juzgado de Instrucción nº9 de Málaga.
Según fuentes cercanas al equipo de investigación, desde los primeros momentos creyeron que algo extraño había pasado dada las incongruentes primeras declaraciones tomadas a los testigos. Por esto, la Guardia Civil tomo la decisión de introducir a varias personas de su máxima confianza en el entorno de José Rosello y de Victoria García, los padres del niño, con el fin de esclarecer la verdad ante el silencio y choques entre los testigos.
Las personas fueron infiltradas por las autoridades tras peinar el entorno del dueño de la finca, David Serrano Alcaide, familiar lejano de los padres del pequeño. Alcaide pertenece a un clan gitano muy conocido en los bajos malagueños y con un historial de atracos a cajeros y amistades vinculadas al narcotráfico.