La Guardia Civil pidió sin orden judicial a un supermercado que no destruyera las imágenes de sus cámaras de vigilancia que mostraban al vicepresidente segundo Pablo Iglesias haciendo la compra sin mascarilla, como han informado fuentes oficiales.
Este suceso hizo sospechar a la cúpula del Ministerio de Interior del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos. Según Interior, su cese no se debió a su negativa a informar acerca del contenido de un informe que la Guardia Civil hizo como Policía Judicial sino por no informar sobre el avance del caso desde un punto de vista operativo.
Las fuentes oficiales no aclaran quién envió a agentes del puesto de Galapagar, el municipio donde vive Iglesias, a solicitar las cintas de un local privado. No obstante, sí está confirmado que fue el coronel Pérez de los Cobos quien, al negarse el supermercado a entregar las imágenes, ordenó al comercio que no destruyera los vídeos porque se le podrían reclamar más adelante. Todo esto sin intervención alguna de un juez. La Ley de Protección de Datos solo permite conservar estos vídeos durante 30 días.
Queda la incógnita de para qué necesitaba la Guardia Civil un vídeo de Pablo Iglesias haciendo la compra sin mascarilla, si no estaba cometiendo un delito ni había demanda por ninguna parte.
