El expresidente de Uruguay José Mujica ha abandonado este martes su escaño en el Senado, dejando una última sesión de la que podrían aprender incendiarios como Santiago Abascal.
«Me voy porque me está echando la pandemia», ha explicado Mujica, que presidió el país latinoamericano entre 2010 y 2015. «Ser senador es hablar con la gente y andar por todos lados. Ahora estoy amenazado por todos lados: por la vejez y por mi enfermedad», ha comentado.
«En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio, el odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad ante las cosas, el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador y el odio nos destruye», ha sentenciado el uruguayo.
El periodista Jordi Évole ha compartido la intervención de Mujica en su cuenta de Twitter, comparando su calidad humana y política con la que estamos viendo este miércoles durante el debate de la moción de censura.
«He pasado de todo, pero no le tengo odio a nadie y le quiero transmitir a los jóvenes que triunfar en la vida no es ganar sino levantarse cada vez que uno cae«, ha concluido el expresidente entre aplausos.
Hoy, en otro Senado…
Otro tipo de política es posible. pic.twitter.com/vw8i0KUylf— Jordi Évole (@jordievole) October 20, 2020