Ghislaine Maxwell, expareja y socia del multimillonario pederasta Jefrrey Epstein, fue finalmente arrestada por el FBI de Bradford, EE.UU. acusada de abuso sexual y por el papel esencial que desempeñó en los crímenes de Epstein.
Poco después de su arresto, la cadena CNBC ha desvelado la lujosa mansión donde Maxwell se ocultaba de la policía. Una lujosa y enorme casa de 63 hectáreas en medio del bosque, cubierta por pinos, casualmente llamada ‘Tuckedaway’ (‘Escondida’, en español).
La mansión estaba a 11 kilómetros del pueblo de Bradford de 2.000 habitantes y completamente apartada de sus vecinos. Según informa el medio antes citado, la mansión fue adquirida en diciembre de 2019 mediante una transacción en efectivo de algo más de un millón de dólares a través de una compañía limitada llamada Granite Reality LLC.
Las inmobiliarias la describían como un «refugio asombroso para los amantes de la naturaleza que también quieran privacidad total», construida en madera y piedra, con grandes ventanales, tres baños, cuatro dormitorios y siete estancias aledañas. Tiene su propio sistema de desagües, calefacción a gasolina y una vía de acceso a un acuífero.
«Ghislaine se escabulló en una hermosa propiedad en Nuevo Hampshire, y continuó viviendo una vida de privilegios mientras sus víctimas observaban el trauma que les infligieron hace años», comentó William Sweeney, subdirector del FBI en Nueva York, quien aseguró que jamás sospecharon de que la mujer se encontrara allí, y calificó el sitio de «un buen lugar para esconderse».
Maxwell se encontraba desaparecida desde el presunto suicidio de Epstein en 2019 mientras esperaba a ser juzgado por tráfico sexual de menores. Concretamente, por conspiración para atrapar menores y convencerlas de viajar para participar en orgías y diferentes actos sexuales. Maxwell era «muy consciente» y cooperante activa de Epstein en este entramado.