Las nuevas elecciones convocadas para este 10 de noviembre obligará al Gobierno a aprobar una ampliación de crédito para poder pagar los gastos de las campañas electorales, una suma que alcanza casi los 140 millones de euros en su presupuesto inicial.
La actuación es la misma que con las elecciones de abril, ya que entonces tampoco estaban previstas. El 1 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó una ampliación de crédito por 134,84 millones con cargo al Fondo de Contingencia, fondo que sirve para pagar necesidades imprevistas y que no se pueden aplazar.
Para este otoño, se repite la fórmula. El presupuesto inicial esta vez es de 138.961.516,72 euros, según confirmó Europa Press en el Ministerio del Interior. Con esta cifra, se paga desde la impresión de las papeletas y sobres, hasta el trabajo de Correos para hacer llegar el voto a distancia, y también el despliegue de los miembros de las autoridades. Queda aparte de este prespuesto las subvenciones a los partidos políticos para gastos electorales.
El 40,6% (56,5 millones) del presupuesto va para Correos, que tramita el voto a distancia, avisos a los miembros de las mesas electorales, recursos, propaganda electoral, etc.
Un 14,5% (20 millones) se lo queda la administración electoral, que recoge el coste de las Juntas Electorales y el de las mesas de votación, cobrando cada uno de los 180.114 miembros una dieta de 65 euros por la jornada.
En el presupuesto también entra el coste de las telecomunicaciones y la difusión del escrutinio, del que se encarga una empresa privada que se elige mediante concurso. También incluye el coste de organizar los colegios electorales, montaje de mesas, urnas y cabinas de votación, traslado de los electores que lo necesitan, etc. Todo esto tiene un reservado de 13,1 millones de euros.
Por último, se paga el despliegue policial (14 millones), el de representantes de la Administración (7,2 millones), el coste de la Oficina del Censo Electoral (5,8 millones), o la colaboración de los ayuntamientos (7 millones).
