La Policía Nacional junto con la Guardia Urbana de Barcelona ha liberado a dos menores de nacionalidad rumana que eran sometidos por su propia familia a prostituirse y mendigar.
Las víctimas son hermanos: una adolescente de 16 años y otro de 14. La primera era obligada a prostituirse, sufriendo amenazas y agresiones físicas en caso de desobedecer, mientras que el otro menor tenía que ejercer la mendicidad.
El chico de 14 años era quien captaba a los clientes para su hermana en el tiempo de cambio en los semáforos. Mientras limpiaba cristales de los vehículos, ofrecía a los conductores encuentros sexuales con la menor.
Las víctimas no estaban escolarizadas, no sabían leer ni escribir y vivían en una chabola en pésimas condiciones.
Por el momento han sido detenidos tres familiares de los menores, entre ellos la madre y la hermana mayor, y tres clientes habituales de la niña.
El niño de 14 años salía a primera hora de la mañana a limpiar cristales de vehículos y volvía al final, para luego entregar el dinero que había conseguido a los tres familiares detenidos.
Ambas víctimas han sido puestas a disposición de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia, a efectos de custodia y protección.