Andalucía y Murcia se solidarizaron y mandaron quitanieves a Madrid para intentar ayudar a la capital, que se encontraba complemente desbordada por el temporal de Filomena. Dos semanas más tarde, sale a la luz que la Comunidad ya disponía de al menos nueve máquinas que permanecieron en sus bases en la sierre.
Según adelanta El País, las máquinas se encuentran a la vista, aparcadas en los centros donde trabajan los empleados dedicados a la conservación de las carreteras regionales. El pasado noviembre, la Comunidad entregó esa tarea a dos empresas privadas que operan con sus máquinas y personal, por lo que los recursos han quedado sin uso.
Estas máquinas aparatadas suponen una nueva sombra en la muy tibia y tardía gestión de la borrasca Filomena, que causó cientos de millones de euros en daños en la región, y en la que, a día de hoy, sigue habiendo nieve en múltiples calles.
Los quitanieves no utilizados se encuentran en los pueblos de Capinería, y de Gandullas. Cinco se encuentran al aire libre, y otras cuatro se encuentran en la base de Gandullas. Los trabajadores de estos centros tampoco participaron en el operativo.