Fieles de todo el mundo viajaban a la iglesia de Frankline Ndifor en busca de una cura de la mano de Dios, pero su propio mensajero estaba infectado.
La Policía de Camerún se presentó en la residencia donde vivía Frankeline Ndifor, un pastor que, además de sus ‘poderes’, era reconocido por su aspiración presidencial en 2018.
Sus allegados aseguraban que el profeta no estaba muerto, sino estaba en un «retiro espiritual». De hecho, en su residencia se había dado cita a muchos de sus seguidores para alabarlo, siendo las aglomeraciones un foco de contagio enorme.
Por desgracia, estas mismas prácticas hicieron que el pastor enfermara y falleciera a los 39 años de edad después de que las autoridades tuvieran que presentarse en su casa para parar una reunión de sus seguidores en la que intentaban «resucitarlo» mediante cánticos y oraciones.
Según el Daily Mail, el religioso sufrió durante una semana graves problemas respiratorios sin lograr superar la afección de salud. Ahora, la gran preocupación que se tiene es que el virus se haya esparcido entre la comunidad de fieles.