La muerte de una mujer octogenaria que se encontraba aislada en su domicilio en un pequeño municipio asturiano para evitar propagar la enfermedad ha conmocionado al Principado.
La Policía Nacional tuvo que hacerse cago del cuerpo sin vida de la mujer, que había fallecido en su vivienda a causa de las complicaciones causadas por el COVID-19, mientras sus dos hijos permanecían ingresados en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias, también contagiados.
De acuerdo al último informe de ‘Mortalidad con coronavirus en Asturias’, indica que la edad promedio de fallecimiento entre las mujeres a causa del coronavirus se sitúa en 86,4 años, una cifra significativamente superior a la de los hombres, que se sitúa en los 81,2 años.