Pedro Sánchez ha anunciado nuevas reuniones próximas con colectivos de la sociedad civil para elaborar una propuesta programática y así presentárselas a Unidas Podemos para intentar alcanzar un pacto ‘a la portuguesa’, o sea, un Gobierno en el que UP apoyen al PSOE desde fuera.
Así lo anunció Sánchez mediante un comunicado dirigida a la militancia del PSOE, asegurando que se reunirá con colectivos feministas, ecologistas, agentes sociales y agrupaciones del tercer sector «para que puedan colaborar en la creación de un espacio común para alcanzar un Gobierno progresista».
Queremos construir un gobierno progresista. Ofrecer una salida de la mano de una sociedad civil que demanda responsabilidad y sentido de Estado. No vamos a tirar la toalla. En ese camino me implicaré de forma decidida en las próximas semanas.
Mi carta a la militancia del @PSOE. pic.twitter.com/U4DQa3s5hw— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) July 31, 2019
Según sus palabras, así se «garantizan no sólo estabilidad política, sino también el cumplimiento de un programa de gobierno consensuado desde la izquierda», subrayando que ésta «es una fórmula útil para abordar los retos que tiene por delante» España y «la mejor alternativa al bloqueo en el que otros actores, de forma irresponsable, están decididos a mantener».
Pero, ¿qué es exactamente un ‘gobierno a la portuguesa? El creador de este método es el Partido Socialista (PS) de António Costa, Portugal, que tras acordar un pacto desde fuera con el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda en el que éstos apoyaran a PS en el parlamento, logró gobernar en solitario, convirtiéndose en la legislatura más estable de las últimas décadas.
Se obtuvieron grandes títulos en las agendas, como el aumento del salario mínimo, mejoras para los funcionarios, el fin de las privatizaciones, subida de pensiones, medidas contra el desempleo y aumento de la inversión en salud y educación, además del crecimiento del 2,1% respecto al año pasado, un 0,5% del PIB, y un desempleo del 6%.
Pero, ¿esto en España tiene cabida? Las opiniones son variadas. Lo cierto es que Portugal es una república semipresidencial y carente de nacionalismos ni partidos de extrema derecha. Además, la izquierda portuguesa respondió así a la amenaza de la derecha y la austeridad, escenarios que difieren de España.