En la noche del 13 al 14 de octubre de 2020, tuvo lugar un enfrentamiento entre menores migrantes y jóvenes neonazis en la zona de Las Rosas del barrio de San Blas, Madrid. En algunas imágenes captadas por los vecinos, se pudo ver cómo cuatro personas golpeaban a dos jóvenes, dejando a uno inconsciente en el suelo, y mandándolos al hospital.
La Policía detuvo esa noche a un menor de edad que se alojaba en un piso de acogida tutelado por la Comunidad de Madrid, y al día siguiente fueron detenidos los otros tres jóvenes, que desde entonces permanecen el prisión preventiva.
Según la Policía, los agredidos son dos neonazis del grupo Bastión Frontal que, de hecho, fueron identificados por la Policía antes de la pelea. Los agentes acudieron a la zona tras la llamada del menor de edad que fue detenido esa noche, ya que él y otro grupo de marroquíes habían sido intimidados, agredidos y amenazados por estos dos neonazis.
Estos dos llevaban una porra extensible y una navaja, y ambos se encontraban «de caza de MENAS», pues los medios ultraderechistas habían difundido el bulo de que uno de ellos había violado a una chica en el barrio. El verdadero culpable era un hombre de nacionalidad española.
Ahora, y por defenderse, el Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid ha condenado a los tres jóvenes marroquíes a siete años de prisión y a 4.100 euros de indemnización tras considerarlos culpables de dos delitos de lesiones. Además, serán expulsados del país cuando cumplan un tercio de la pena.
La jueza ha declarado que «la supuesta ideología de los perjudicados o del previo incidente provocado por estos carecen de relevancia alguna». «Es cierto que los perjudicados no ofrecieron una versión coherente de qué es lo que hacían en el parque donde se iniciaron los hechos y de por qué tenían las armas que les fueron incautadas por la Policía, pero lo cierto es que tales hechos no son objeto del presente procedimiento y carecen de relevancia penal», dicta la sentencia.