Un hombre afgano homosexual que vivía en la clandestinidad por temor a las represalias que pudiera sufrir por su condición sexual ha sido golpeado y violado por los talibanes en una emboscada.
Según cuenta el activista afgano Artemis Akbary, defensor de los derechos humanos y actualmente residente en Turquía, la víctima había recibido una falsa promesa por parte de los talibanes: le conseguirían un lugar en la evacuación de refugiados y colaboradores de los países occidentales.
Su esperanza cayó al pozo cuando, tras confiar en las personas con las que había contactado, se dio cuenta de que eran militantes talibanes que terminaron por apalizarlo y violado. «Los talibanes no han cambiado porque su ideología no ha cambiado», afirma el activista, amigo de la víctima aún sin identificar.
«Mis amigos de Afganistán tienen miedo, no saben lo que les pasará en el futuro, así que intentan esconderse», asegura. Y es que en el país la situación nunca fue buena para las personas homosexuales, y ahora el régimen talibán promete convertirla en un verdadero infierno. «Jamás reconocerán al colectivo LGTBI, yo creo que los ejecutarán», agrega Akbary.