Lautaro Guzmán, un joven de 22 años, se encontraba en un tren de Argentina cuando una señora le discriminó por su apariencia, concretamente por su atuendo (un chándal y unas deportivas). Lejos de ofenderse, aprovechó la oportunidad para enseñar una lección de humanidad que se ha viralizado a través de Facebook.
“Cuando el tren se detiene en la estación de Adrogué era media tarde y se sube una señora con una nena y se sienta al lado mío. Yo estaba con auriculares y se me dio por sacarme uno de ellos cuando veo que le agarra la mano y le dice ‘¿Cómo te vas a sentar con ese villero?’. No le di importancia y continué escuchando música”, cuenta Guzmán.
Villero es una palabra utilizada en Argentina para referirse despectivamente a los habitantes de las ‘villas’, zonas de menor poder adquisitivo.
Resulta que las apariencias engañan: Lautaro iba de camino a su trabajo, como enfermero. «Ojalá nunca necesites de mí, porque te voy a ayudar igual», declara en su publicación el enfermero.