Un hombre ha sido denunciado por el Grup Especial de Verins i Antifurtivisme (GEVA) de los Agentes Rurales por envenenar perros con cebos. El denunciado es propietario de una casa de campo en el término municipal de Tortosa (Tarragona).
El dueño de dos perros llamó al cuerpo tras darse cuenta de que los animales podían haber sido envenenados durante un paseo. Aunque fueron llevados rápidamente a una consulta veterinaria, uno de ellos terminó muriendo y el otro recibió el alta después de quince días de tratamiento intensivo.
La investigación posterior halló indicios de uso ilegal de veneno en una finca con accesos abiertos, en el interior del espacio de interés natural de las sierras de Cardó-Boix. Los animales afectados habían empezado a mostrar actitudes extrañas, temblores, una sintomatología compatible con la ingesta de comida envenenada.
Los agentes comenzaron una investigación y batieron el área con un perro adiestrado, encontrando varios cebos hechos con pienso de perro mezclado con una sustancia venenosa granulada, colocados en un terreno con accesos abiertos.
Asimismo, el cuerpo localizó un lazo sin tope preparado para atrapar animales y un zorro sin vida que se ha recogido para practicarle una necropsia y comprobar si también fue envenenado.
Los agentes desplegaron un operativo de vigilancia, que consiguió pillar al dueño de la casa manipulando los cebos. Fue identificado y se le requisó un bote con el granulado que utilizaba para envenenar a los animales.
El uso de venenos y lazos son métodos de caza expresamente prohibidos por ser masivos y no selectivos, por lo que el hombre ha sido denunciado por un delito contra la fauna, castigado con penas de prisión de 4 meses a dos años o multa de 8 a 24 meses.
El autor del envenenamiento también se enfrenta a una demanda civil por el fallecimiento del perro, los tratamientos veterinarios, y los perjuicios ocasionados al propietario de los animales.