Un joven migrante llamado Omar ha sido encontrado sin vida en en río Anoia el pasado miércoles, menos de tres semanas después de haber sido expulsado del centro de menores donde residía desde su llegada a España, en mayo.
El motivo de su expulsión reside en una prueba ósea que determinó que era mayor de edad, por lo que la Generalitat no tiene la obligación de responsabilizarse de él. Dicha prueba ha sido criticada varias veces por la ONU debido a su amplio margen de error y a su falta de precisión.
Omar, procedente de Guinea Conakri, decidió migrar en solitario en busca de mejores oportunidades. Debido a las penurias que sufrió en su viaje a Europa, el joven tenía problemas emocionales. No obstante, nunca dio ningún problema a los trabajadores del centro, ya que mantenía una actitud «muy colaborativa con todas las actividades y los educadores», según informa El Periódico.
El joven abandonó el centro de menores el pasado 17 de octubre, cuando pasó a vivir a casa de un conocido suyo en Igualada hasta que se habría quitado la vida tirándose al río.