Un juez ha ordenado este martes a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, que utilice mascarilla cuando esté en espacios públicos del Distrito Federal, el territorio en el que se encuentra ubicada la capital, Brasilia. En caso contrario, el dirigente se enfrentaría una multa de 2.000 reales (más de 340 euros) por cada día de incumplimiento.
El uso de la mascarilla es obligatorio en Brasilia por una normativa desde el 30 de abril. De incumplirse varias veces puede incurrirse en un delito contra la salid pública penado con un año de cárcel.
Bolsonaro ha hecho numerosas apariciones en público sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad, pese a que el país que preside es el segundo país más afectado por la pandemia, solo superado por Estados Unidos. Brasil acumula más de 1,1 millones de contagiados y 51.000 muertos, según informa la Universidad Johns Hopkins.
Un abogado a título particular presentó una denuncia contra el presidente brasileño que finalmente ha sido atendida por la justicia federal, dado que consideraba la actitud de Bolsonaro «irresponsable», ya que ponía en riesgo a la población del territorio que registra «las cifras de fallecidos más bajas» de Brasil.
