El balconing es, sin duda, deporte de la década entre los turistas que visitan España. Cada vez que está por acercarse verano, los medios se llenan de ibizas o benidorms acompañados de las palabras ‘balconing’ y ‘vídeo’. Pero esta, que tuvo lugar en Mallorca, ha destacado por su doble dósis de (nula) brillantez.
Un joven británico, tal y como adelanta el Diario de Mallorca, tuvo la genial idea de subirse a una barandilla de un hotel de Magaluf para saltar con la finalidad de aterrizar sobre la copa de unos árboles de un jardín. Su plan salió rematadamente mal y acabó estrellándose contra el suelo y fracturándose varios huesos.
Aquí fue cuando la luz se le encendió al turista, y maquinó un plan para intentar que el hotel le indemnizara argumentando de que la causa de sus fracturas fueron por un resbalón en la zona de la piscina.
Su mentira duró más bien poco, y en cuanto la aseguradora del hotel se puso manos a la obra en la investigación, no tardaron en encontrar en sus redes sociales un vídeo de él saltando, demostrándose que todo era un intento de montaje.