Una trabajadora doméstica ha sido absuelta tras ser condenada a dos años de prisión por intentar robar 9.000 euros de la casa donde trabajaba. El delito fue capturado mediante una cámara oculta colocado por su jefe, pero este medio no es válido como prueba, por lo que la Audiencia Provincial de Pontevedra revocó la condena.
La acusada fue grabada intentando sustraer 9.000 euros de un cajón de una cómoda cerrada con llave y oculta en una maceta. Tras varios intentos pudo robar 200 euros. No obstante, la mujer está amparada por la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), que exige que, para ser utilizada como prueba la grabación de una cámara, las personas filmadas deben saber que lo están siendo y el motivo.
Esto tiene como objetivo proteger la intimidad de la mujer. Tanto la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos como la del Tribunal Constitucional respaldan la sentencia.
Así, el tribunal justifica el despido de la denunciada, pero no su condena por robo.