Una familia residente en Mallorca ha alquilado una habitación a un refugiado después de que uno de ellos leyese un reportaje sobre Refugees Welcome Baleares en un medio de comunicación balear y se pusiera en contacto con la organización para buscar candidatos.
La persona que ofreció la habitación concertó una entrevista en las que detallaron las preferencias a la hora de buscar candidatos, señalan fuentes de Refugees Welcome Baleares.
En la entrevista, la familia especificó el rango de edad que preferían, el sexo y otro tipos de preferencias relacionas con la convivencia. A continuación, RWB buscó en su base de datos y encontraron a la persona que encajaba con las características demandadas.
Así, la familia seleccionó al refugiado y desde la organización le otorgaron un contrato con una duración inicial de seis meses que le permitía recibir la ayuda correspondiente por parte del Estado.
Una vez pasado los seis meses, el contrato de alquiler se podría renovar en función de si el refugiado está trabajando, ha resuelto su situación ilegal o la convivencia ha ido bien.