Iñaki Urdangarín ha recurrido su condena al Tribunal Consitucional, y ha solicitado salir de la cárcel mientras se estudia su caso. El Tribunal Supremo le impuso una pena de cinco años y diez meses por el caso Nóos, que lleva cumpliendo desde el 18 de junio en la prisión de mujeres de Brieva (Ávila).
Argumenta que, si no lo excarcelan, le produciría un «perjuicio irreparable«, y pide que se anule la condena que se le impuso por el delito de malversación de dinero público. Si se estima su recurso y se revisa su sentencia, podría acabar en una reducción de su condena a menos de los cinco años, límite bajo el que es habitual que se suspendan las penas. Por eso, según él, sería irresponsable no permitir que saliera de prisión.
Defienden que su excarcelación «no ocasiona perturbación grave a un interés constitucionalmente protegido, ni a los derechos fundamentales o libertades públicas de otra persona». «Su denegación solo puede causar un perjuicio irreparable a mi patrocinado» dice el recurso.
Urdangarín pide también que se reconozca que se vulneraron sus derechos constitucionales a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad personal.