La Audiencia de Almería ha finalmente decidido la condena para Ana Julia Quezada: prisión permanente revisable por asesinar con alevosía a Gabriel Cruz, de ocho años, en febrero de 2018 en la finca familiar de Rodalquilar, en Níjar, Almería.
En la sentencia final se la considera autora de un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco. También se la condena por dos delitos de lesiones psíquicas cometidos en los padres del menor, sumando tres años por el padre, Ángel Cruz, por la concurrencia de la agravante de parentesco, y dos años y nueve meses por la madre, Patricia Ramírez.
La magistrada ha impuesto a la asesina un año y seis meses por el padre, y un año por la madre por dos delitos con la integridad moral. Además de las penas de prisión, deberá abonar a cada padre del menor la cantidad de 250.000 euros en concepto de responsabilidad civil y 200.203 euros al Estado por las labores de búsqueda del menor. Tampoco podrá acercarse a los padres a menos de 500 metros en un período de 30 años.